La dirigente de CCOO ha señalado que la jurisdicción europea ha reconocido como actividad económica al ejercicio de la prostitución, que define como una actividad "fuertemente" condicionada por factores personales, sociales, culturales, derivadas en muchas ocasiones de situaciones y contextos de pobreza, a los que hay que añadir, en muchas ocasiones también, diversas formas de coacción y violencia que determinan su ejercicio. "Esto no es óbice, para que las personas que ejercen la prostitución tengan el reconocimiento de derechos y obligaciones, similar al que confiere la realización de cualquier otra actividad económica. Sin embargo sólo unos pocos países en el seno de la UE reconocen esta actividad como un trabajo, y por lo tanto, sujeto a la normativa laboral", añade.
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