Un análisis comparativo de la destrucción del ozono en los polos muestra que la Antártida está experimentando las pérdidas más graves. Las conclusiones del estudio, realizado por la Administración Atmosférica y Oceánica Nacional en Boulder (Estados Unidos), se publican en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). Los científicos compararon décadas de datos de ozono del Ártico y la Antártida para determinar si se estaban produciendo patrones similares de pérdida de ozono.
En la Antártida, la destrucción de ozono local en algunas altitudes frecuentemente excedía al 90 por ciento y a menudo alcanzaba el 99 por ciento durante el invierno típico de la Antártida. En el Ártico, la pérdida de ozono fue mucho menos grave, con pérdidas que sólo alcanzaban el 70 por ciento como nivel más elevado y generalmente mucho menos de este porcentaje.
La consecuencia: aumento de los casos de cancer de piel y de cataratadas oculares, supresión del sistema inmunitario en el ser humano y en otras especies; también afecta los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.
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En la Antártida, la destrucción de ozono local en algunas altitudes frecuentemente excedía al 90 por ciento y a menudo alcanzaba el 99 por ciento durante el invierno típico de la Antártida. En el Ártico, la pérdida de ozono fue mucho menos grave, con pérdidas que sólo alcanzaban el 70 por ciento como nivel más elevado y generalmente mucho menos de este porcentaje.
La consecuencia: aumento de los casos de cancer de piel y de cataratadas oculares, supresión del sistema inmunitario en el ser humano y en otras especies; también afecta los cultivos sensibles a la radiación ultravioleta.
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