Esta mañana me he despertado con la noticia en RNE de que los trabajadores y trabajadoras del grupo SOS-Cuétara vuelven hoy a la movilización.
Según CC.OO, la compañía 'se niega' a modificar un convenio colectivo que 'mantiene las discriminaciones salariales entre hombres y mujeres y precariedad en la contratación, y posibilita la existencia de condiciones laborales individualizadas'. En concreto, un hombre oficial cobra 270 euros más que una mujer oficial, y la diferencia entre una mujer oficial y un hombre peón puede llegar a ser de 50 euros.
Esta política debe dar muchos beneficios a la empresa, ya que las mujeres suponen el 70% de la plantilla. Pero parece increíble que en pleno S.XXI se tenga que seguir denunciando estas situaciones. Situaciones que, por cierto, son inconstitucionales.¿A qué esperan los poderes públicos para actuar?
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