lunes, abril 27, 2009

Revisemos la política de condecoraciones

Hoy, Carla y Sarko, han llegado a Madrid. Los medios no paran de dar la brasa con ello, sobre todo por el morbo que tiene que recientemente Sarko llamase 'poco inteligente' a ZP, pero...yo no quiero detenerme en eso, ni siquiera en Sarko, yo quiero hablar de Carla.

Resulta que el otro día leí en el blog de Juan Berga que le habíamos concedido la medalla de Carlos III, no me lo podía creer, así que busqué en los acuerdos del Consejo de Ministros y...efectivamente, ahí estaba su condecoración: Real Decreto por el que se concede la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a Su Excelencia Carla Sarkozy, esposa del Presidente de la República Francesa.

Esta cruz, tiene como objetivo recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación". Supongo que es habitual otorgarle esta condecoración a las parejas (oficiales, por supuesto) de todos los mandatarios que nos visitan, que no sólo se la dan a Carla Bruni Sarkozy, pero...¿Qué mérito ha hecho para conseguirla? de hecho...¿Qué merito ha hecho Sarko? Es hora de revisar nuestra política de condecoraciones.