Desde Rusia y con amor, Alejandro Solana nos trajo su primera Semana Roja (esta vez a la siberiana), esta fue su presentación:
El próximo domingo será Grândola quien nos haga su fotografía.
El mérito se lo tienen compartido entre Grândola y Domingo que hicieron de sus blogs un altavoz de denuncia de las amenazas que el compañero Fernando está sufriendo debido a su buen trabajo. El apoyo de estos compañeros blogueros es más que merecido.
También tienen mérito Hugo, Kabila y Pedro, que se hacen eco de la encuesta ofrecida por Publico en la que se muestra como la monarquía va perdiendo cada vez más apoyos. Sin embargo cada uno lo recoge de diferentes maneras. Hugo lanza una pregunta al aire “¿Quién podría colgarse la medalla de este hecho?”, Kabila hace un estudio sociológico y periodístico diseccionando las opiniones sobre la monarquía en según qué periódicos, y Pedro además hace un llamamiento “mil músicos nos esperan para tocar el himno de Riego en el Borge”.
Viul aporta el mérito a la semana roja siberiana de hacer una crítica casi filosófica sobre el aspecto de los pactos y la extraña necesidad que últimamente la sociedad parece tener de estos. ¿Estamos tan locos como para renunciar al programa?
La Izquierda Abertzale también ha tenido hueco en esta semana roja, y todo ello ha sido por mérito de CeroNegativo y Hugo, que nos contaban sus opiniones sobre la nota de prensa emitida por este colectivo vasco y el inmediato atentado contra el policía francés a modo de improvisada replica. Eso no tuvo nada de merito.
Y por fin llegamos al núcleo duro de la Semana Roja. La pinza y la ley electoral. El mérito está en que, como apuntaba Sabanés, la revolución rojera ha sido de las gordas. Y si no que se lo pregunten A Pedro, a Moscas, a Andrés, a Grândola, a Álvaro, a Luis, a David, a Kabila, a Felix, a Iñaki, a Viramundeando, a Fernando... (y a otros veintitantos que me dejo atrás).
Incluso estamos viviendo ahora un sano debate interno entre los que apoyan "el manifiesto en defensa de los derechos fundamentales de internet", como Manolo, y los que no, como Hugo. La semana que entra dará que hablar.
Y por último, el mérito de ponerle fin y nota “graciosa” a la Semana Roja es para Hugo (que por cierto, se lleva el leninito de la semana por sus cuatro aportaciones) y Mikel Arana, quienes ponían en evidencia el delicado asunto de la confusión que se crea en las policías de unos y otros países a la hora de identificar a etarras. Al cruzar el pirineo, quítense la txapela, aunque no sean ni vascos.
El próximo domingo será Grândola quien nos haga su fotografía.