Los extranjeros con residencia legal en España superaron por primera vez los cuatro millones (4.192.835) de personas a finales del primer trimestre de 2008, casi dos de cada cinco ciudadanos no nacionales que residen en España pertenecen a la UE, mientras que un tercio son de Iberoamérica, y poco más de un quinto son africanos. Además, un 5,6 por ciento son asiáticos y un 2,85, europeos no comunitarios. Un 54,3 por ciento son hombres y un 45,6 son mujeres.
Estos dias se habla mucho sobre inmigración. Mucho y muy diverso. En este sentido, los discursos del Gobierno van desde la cara amable anunciado que celebrará el Día de Internet con un Fotoblog de la Inmigración, "un espacio de intercambio cultural donde los inmigrantes podrán contar sus experiencias vitales"...hasta la apuesta por la ampliación del plazo de internamiento de inmigrantes indocumentados, pasando por las palabras del Ministro de Interior que afirma que “si somos laxos con la inmigración ilegal esa avalancha no hay quien la pare”, generando en el imaginario colectivo una idea que, sinceramente, no es buena.
Fernando Berlín recoge en su blog parte de un artículo del Corriere della Sera que nos puede dar alguna clave al respecto: “Cuesta menos defender los derechos civiles de los homosexuales que los humanos de los argentinos sin papeles. Incluso porque cada año, en España, son más los sudamericanos que se instalan que los homosexuales que se casan. Tras haber hecho sus cuentas y haber ponderado que los conservadores le han sustraído votos precisamente con el espantapájaros de la ola de inmigrantes, el socialista Zapatero ha guiñado el ojo a Sarkozy y a Berlusconi, y descuidando por un instante ser de izquierdas, también él ha hecho algo de derechas. Pero si en Francia los socialistas pueden protestar, y en Italia los veltronianos suspirar, en España los progresistas no saben exactamente contra quién protestar..”.
Estos dias se habla mucho sobre inmigración. Mucho y muy diverso. En este sentido, los discursos del Gobierno van desde la cara amable anunciado que celebrará el Día de Internet con un Fotoblog de la Inmigración, "un espacio de intercambio cultural donde los inmigrantes podrán contar sus experiencias vitales"...hasta la apuesta por la ampliación del plazo de internamiento de inmigrantes indocumentados, pasando por las palabras del Ministro de Interior que afirma que “si somos laxos con la inmigración ilegal esa avalancha no hay quien la pare”, generando en el imaginario colectivo una idea que, sinceramente, no es buena.
Fernando Berlín recoge en su blog parte de un artículo del Corriere della Sera que nos puede dar alguna clave al respecto: “Cuesta menos defender los derechos civiles de los homosexuales que los humanos de los argentinos sin papeles. Incluso porque cada año, en España, son más los sudamericanos que se instalan que los homosexuales que se casan. Tras haber hecho sus cuentas y haber ponderado que los conservadores le han sustraído votos precisamente con el espantapájaros de la ola de inmigrantes, el socialista Zapatero ha guiñado el ojo a Sarkozy y a Berlusconi, y descuidando por un instante ser de izquierdas, también él ha hecho algo de derechas. Pero si en Francia los socialistas pueden protestar, y en Italia los veltronianos suspirar, en España los progresistas no saben exactamente contra quién protestar..”.