jueves, agosto 27, 2015

PGE2016, los presupuestos de la desigualdad

La Plataforma Impacto de Género YA ha hecho público hoy un Manifiesto en el que denuncian el impacto de los Presupuestos Generales del Estado para el 2016 en la desigualdad entre mujeres y hombres. Con la que está cayendo, el porcentaje que destinan a políticas de igualdad y contra la violencia es el 0,01% de los presupuestos para 2016.

Ocho son las cuestiones que denuncian/reclaman: 1) El recorte del 22% en prestaciones por desempleo incrementará la pobreza y la feminización de la pobreza. 2) Las políticas de igualdad de las mujeres siguen bajando, pese a las recomendaciones del CEDAW. 3) El programa contra la Violencia de Género sube un 6,3%, insuficiente para la financiación municipal de los puntos de atención y el Convenio de Estambul. 4) La 5ª suspensión de la ampliación del Permiso de Paternidad supone una legislatura perdida. 5) La Atención a la Dependencia sube un 6,4% para atender a un 55% más de personas, con un promedio de 3 euros al día por persona, contradiciendo el 5º Objetivos de Desarrollo Sostenible. 6) Educación: la LOMCE apuesta por la segregada, pero no por la infantil, la sexual, ni la compensatoria de desigualdades. 7) Sanidad pública universal y de calidad, incluyendo el derecho al aborto sin discriminación de edad. 8) La cooperación al desarrollo se mantiene estancada en niveles de principios de los años 90.

Por último, son cinco las propuestas que han hecho llegar a los grupos parlamentarios: que se incremente el Programa 232B de Igualdad a la dotación que tenía en 2011, que se suba Programa 232C (Violencia) de transferencia a las CC.AA., que se cree una partida en ese mismo programa destina a prevención de violencia de género en el ámbito educativo, que se amplíe el permiso de paternidad a ocho semanas, y que la partida 427 del Programa de Transferencias del Mª Sanidad al IMSERSO para Atención a la Dependencia vuelva a la dotación que tenía en 2010.

Hace diez días, el Congreso aprobó una declaración institucionalcontra la violencia de género. Ahora, ni el Gobierno ni los Grupos Parlamentarios pueden dar la espalda a estas preocupaciones y propuestas. De lo contrario, aquella declaración quedará en papel mojado.