Se atreven a decirnos que el Estado ya no puede garantizar los costes de estas medidas ciudadanas¿Cómo puede ser que actualmente no haya suficiente dinero para mantener y prolongar esas conquistas cuando la producción de riqueza ha aumentado considerablemente desde la Liberación, un periodo en el que Europa estaba en ruina? Pues porque el poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Lo bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general. Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero.
Este es un fragmento del libro ¡Indignaos! de Stéphane Hessel, y prologado por José Luis Sampedro, que os recomiendo (cuestión que motiva este post). Como dice en la portada: un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
Por cierto, son sólo 5 euros y 60 páginas. No hay excusa.
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